El uso de modelos para el estudio de microorganismos allana el camino a la obtención de productos químicos con mayor flexibilidad y eficiencia, según una investigación de la Universidade de Santiago de Compostela. Además de un hallazgo prometedor, se trata de la primera publicación en el marco del proyecto CONSERVAL. La principal novedad radica en una serie de guías para la transformación de residuos orgánicos en productos de interés para la industria, como el ácido láctico.
En el proyecto CONSERVAL se emplean microorganismos para convertir y dar valor a residuos y subproductos de la industria conservera. Esto es posible gracias a la forma en que prosperan estos seres vivos, extrayendo energía mediante la transformación de sustratos. Lo que han logrado los investigadores Alberte Regueira, Juan Manuel Lema y Miguel Mauricio, de Biogroup, es representar este comportamiento de forma matemática, dando lugar a un modelo metabólico de asignación de recursos.
Así, el estudio ‘Uso microbial ineficiente de sustratos a través de modelos de asignación de recursos’ ahonda en la producción de ácidos carboxílicos a partir de residuos y aguas ricas en carbono orgánico, como las que se pueden encontrar en el ciclo de vida de la industria conservera. Los modelos de comportamiento parten de la base de que, al igual que sucede en las actividades humanas, los microorganismos tienen recursos limitados y también una cantidad limitada de reacciones que llevar a cabo.
Para aumentar la variedad de reacciones, los seres microscópicos deberían obtener nuevas enzimas, lo que supone un gasto de energía que puede no compensar en todos los casos. Dichos comportamientos ineficientes son los que ahora se traducen en modelos, indicadores necesarios para explorar nuevas formas de aprovechamiento de los residuos orgánicos. La publicación destaca la producción de ácido láctico, un producto químico intermedio con gran variedad de salidas.